VIAJE A LA NIEVE "PORT AINÉ 2016" DEL COLEGIO SANTA FAZ
Parece que hace una eternidad que se realizó el primer viaje a la
nieve del colegio Santa Faz, pero aquí estábamos muchos años
después para intentarlo de nuevo. Y resultaría ser una experiencia
inolvidable. Aquí va una breve descripción.
DÍA
1
A las 10 horas partíamos del colegio en dirección al albergue Les
Estades en Rialp. Más de 9 horas de autoservicios, autopistas y
carreteras de curvas. De emoción, gritos y de ganas de llegar. Allí
nos recibiría Ana, de la empresa Encantaria, que nos explicaría la
dinámica del viaje. Se repartirían las habitaciones, cenaríamos y
nos iríamos pronto a dormir. Los nervios y exceso de energía de
algunos de los más peques darían lugar a una noche de poco
descanso, que pasaría factura al día siguiente.
DÍA
2
Madrugón, desayuno y ración de curvas para llegar a la estación de
esquí. La falta de sueño, los nervios y las curvas provocaron
buenos mareos en el autobús, pero no nos iban a echar atrás. En
Port Ainé aún nos esperaba equiparnos, 30 minutos de estrés para
ponerse las botas, el casco y llevar esquís y palos hasta las pistas, y no perder nada por el camino. ¡Por fin llegaba el momento de
esquiar!. Una estación preciosa y con un sol radiante nos esperaba.
Tras las clases de esquí, procedíamos a comer, para volver a
esquiar, ya con la ayuda de los profes. ¡Se nos hacía tan corto!.
Tiempo para guardar el equipo, volver al refugio y disfrutar de una
merecida ducha. Era momento de relajarse, jugar a los billares,
futbolín o ping-pong. Tras la cena a las 11:30 todos caeríamos
rendidos en una plácida noche.
DÍA
3
Repetimos la dinámica del día anterior, pero con muchas más ganas
de desayuno y con menos mareos. Nos esperaba una estación gris y
neblinosa, que no nos iba a asustar. ¡Nevaba!. En la
cumbre la visibilidad era muy escasa y obligaba a ir despacio, pero
daba un aspecto a las pistas que merecía la pena disfrutar. Todos
mejorábamos nuestro esquí a pasos agigantados, y sólo queríamos
volver a esquiar el día siguiente.
Al volver estiramos para evitar lesiones, ducha, cena, y cerrábamos
la noche con una escapada a la discoteca de la zona, en la que
disfrutamos de los bailes en la pista y de unas buenas partidas en la
bolera. Tocaba descansar para el día más duro.
DÍA
4
Madrugón y recogida de equipaje. Desayunábamos fuerte (hay que ver
como comíamos) y nos despedíamos del albergue en el que tan bien
nos habían tratado. En las pistas hacía algo de viento en la parte
alta, pero no nos iba a impedir disfrutar hasta el final. Sobre las
16 h. dejábamos el material tras un montón de horas de esquí del
bueno, y nos encaminábamos hacia San Vicente del Raspeig. Un montón
de horas nos esperaban, pero el sueño y el cansancio nos hizo dormir
buena parte del recorrido. En el cole nos esperaban padres y
familiares con muchísimas ganas de vernos. Una pregunta se repetía:
“¿el año que viene más?”.
Agradecimientos: a nuestros
alumnos por ser el mejor exponente de educación, convivencia,
ilusión y energía que pudiéramos tener; a los padres por
apoyarnos, confiarnos a sus hijos y mandarnos tanta energía
positiva; a Roberto y a Ana, de Encantaria, por hacernos las cosas
tan fáciles; a la gente del albergue Les Estades y las pistas de
Port Ainé por cuidarnos; a Basi y a Gema por “prender la mecha”;
a Eloy y Sor Allizon, mis compañeros a pie de trinchera, y al
colegio Santa Faz y a cada uno de sus miembros por permitir y apoyar
esta clase de iniciativas tan positivas.
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